Betamaxed

Saraza se describe bajo el slogan «líderes en tecnología de punta» (-slogan trillados si los hay-; no sé, importarán tecnología de la provincia de San Luis, qué se yo).
Lo cierto es que no es tan cierto -valga la redundancia-; esta «tecnología de punta» es bastante obsoleta, no es competitiva en el mercado en el que se mueve porque es costosa y actualmente existen otras soluciones más bratas y de implementación más sencilla.
Para decirlo con simpleza, apelaré a una comparación: es como querer vender «betamax» en la era del «blu-ray» (no vendemos betamax… la tecnología que vendemos es 30 años más antigua que el betamax).

Ergo, nuestra apuesta más importante es difundir y realizar acciones de marketing en torno a esta tecnología (que de ahora en adelante llamaré «Betamax»).
Entre las tantas tareas que me asignaron está la de escribir «casos de éxito», que deben presentar al cliente, describir su problemática, la solución betamax que le proporcionamos y sobre todo, hacer hincapié en los beneficios del empleo de la tecnología betamax que provee Saraza SA

Hasta ahí nada fuera de lo común. Inclusive comprensible y predecible: una empresa tiene una solución y la quiere difundir, quiere levantar sus ventas. Los casos de éxito son trillados, pero son un género muy común en el mundillo corporativo (el caso de éxito es a las empresas, lo que la telenovela de las 21 horas es a Doña Rosa).

El problema reside en que la tecnología Betamax es obsoleta, bastante rudimentaria, es cara y cada implementación -fallida- derivó en la pérdida de un gran número de clientes de renombre internacional -también conocidos como «multinacionales»-.

Saraza SA es de esas empresuchas que ponen la lupa en la cantidad en lugar de la calidad. Pierden grandes cuentas porque descuidan la relación con el cliente. Asimismo, en lugar de reparar errores, se desentienden y van detrás de otra «GRAN» empresa, con la que en breve, terminarán de la misma forma: MAL.

Por otra parte, si el pelado mala onda es el responsable de poner en marcha esas implementaciones, es previsible el fin de una relación comercial en malos términos con el cliente. Es un impresentable.
Y además, tengo mis reservas sobre su idoneidad en la materia «betamax».
Se cometen errores graves, que son por meros descuidos e inoperancia: cables de 17 metros que se mandaron al cliente -cliente MUY importante- con la ficha equivocada.
Sólo por citar un sólo ejemplo, para evidenciar mis sospechas sobre la poca competencia que tiene este pseudoingeniero.

2 comentarios »

  1. Lulius said

    Te referís al pseudo ingeniero locuaz?

  2. Saraza S.A. said

    exactamente.
    Me imagino que lo de «locuaz» es una ironía…

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